martes, 2 de julio de 2013

'Si por vivir todo lo bueno tuve que vivir todo lo malo, no renuncio a nada de lo malo por no perder nada de lo bueno'

Para todo hace falta un cambio. Una etapa que se cierra y otra que se abre. Principio y fin. Lo necesario para darse cuenta de que lo que tenías no era tan bueno como creías y que hay algo mejor que está por llegar. Eso es lo que me has enseñado. Si las cosas no funcionan desde un principio, hay que tener claro que tampoco funcionarán al final. También me enseñaste que no hay que conformarse con cualquier cosa, merecemos mucho más de lo que creemos. Y hoy no busco hacerte daño, porque para mi eres insignificante. Y si sigo recordando es porque me obligan a hacerlo a diario para que no vuelva a caer en el error. Porque eso fuiste, el peor error.
A día de hoy sé con certeza lo que significa querer a alguien. Lo que significa pasar las 24h. pegada a su pecho y que no tengan que pasar ni cinco minutos para echarle de menos. Sé lo que es enamorarse de la misma persona cada mañana. Lo maravilloso que resulta despertarse antes para verle a él dormir. También sé lo que es volverse completamente loca por sus tonterías, por sus locuras, por sus miradas, por la forma en la que da las caladas y por su manera de hablarme. Y sé lo increíble que es que esa persona también esté completamente loca por mí. No por lo que dice, sino por lo que demuestra. Por la cantidad de veces que ha estado ahi para consolarme, para ayudarme, para apoyarme. Porque sé lo que es que confíe plenamente en mí. Y juro que jamás se me pasaría por la cabeza cambiar nada de lo que tengo ahora. Porque estoy completamente segura de que es lo que siempre he deseado, lo que he necesitado, lo que he soñado. Y no me tiembla la voz al decir que él es el único hombre al que podría querer toda mi vida.